El ejercicio es bueno para el corazón, los huesos y los músculos, el peso y el sueño. Mantenerse en forma puede incluso ayudarte a vivir una vida más larga y saludable. Pero ¿cómo dar ese primer paso?¿necesitas o no hacer ejercicio?
Obtendrás más beneficios del ejercicio si lo conviertes en un hábito regular y evades esas malas interrogantes que te desmotivan.
Además, si no te sientes motivado, comienza por lo pequeño en lugar de una ráfaga de actividad intensa de vez en cuando. Incluso pequeñas cantidades pueden hacerle bien a tu cuerpo: solo 10 minutos de actividad aeróbica por día pueden reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
La cuestión es ¿Hacer o no hacer ejercicio?
Si no has hecho ejercicio durante un tiempo, no intentes hacer demasiado a la vez. Corres el riesgo de dolor o daño muscular, o incluso de una fractura por estrés. Eso podría evitar que vuelvas a ejercitarte.
En su lugar, comienza lentamente. Aumenta gradualmente la duración o la intensidad del ejercicio con el tiempo.
¿Cómo te motivas para convertir el ejercicio en otra parte de tu rutina normal? Aquí hay algunos trucos para hacer del ejercicio un hábito saludable:
1- Encuentra algo divertido al hacer ejercicio
Elige ejercicios que te gusten y que te resulten cómodos. Es más probable que saques tiempo de tu día para hacer ejercicio, una actividad o una clase si lo disfrutas.
Si la música te anima, prueba una clase de Zumba o ejercicios acuáticos. Si te gusta el aire fresco y los árboles, planifica paseos en bicicleta por el parque. Si eres competitivo, únete a una liga local de golf o de tenis.
2- Haz que el ejercicio se adapte a tu vida
El ejercicio se convertirá en un hábito cuando se ajuste a su horario normal. Si tiendes a levantarte temprano, planifica hacer ejercicio por las mañanas antes de ducharte.
Si por lo general ves la televisión temprano en la noche, mantén las pesas cerca para que puedas hacer algunas repeticiones mientras te pones al día con tu programa favorito.
- Da caminatas rápidas con tu perro.
- Baila al ritmo de la música pop mientras aspiras la casa.
- Sube algunos tramos de escaleras en lugar de tomar el ascensor.
3- Ponlo en tu calendario
Programa entrenamientos tal como lo haces con otras citas. Si planeas hacer una caminata matutina o una clase de ejercicios acuáticos tres veces por semana, incluye ese tiempo en tu horario y dígales a las personas que está reservado.
Encuentra un compañero de entrenamiento para que sea más probable que te presentes y hagas ejercicio.
Crea una programación recurrente en tu teléfono móvil o computadora para que siempre esté bloqueada cuando estés ocupado.
4- Establece metas realistas para tu ejercicio
No se pueden formar hábitos de la noche a la mañana. Establece objetivos realistas para los ejercicios y es más probable que los mantengas y los conviertas en un hábito.
Haz cinco caminatas de 10 minutos cada semana.
Escribe tu plan e incluye una recompensa para cuando alcances tu meta.
Una vez que alcances esa meta, recompensate. Reserva un masaje. Descarga un nuevo audiolibro. Planea un picnic en el parque.
5- Mantente flexible
A veces, tu horario cambia. Consigue un nuevo trabajo. Tienes una lesión. Te mudas a una nueva casa que está lejos de tu antiguo gimnasio.
Esto puede arruinar tu rutina de ejercicios. no te rindas Puedes volver a la pista. Crea nuevos hábitos de ejercicio si los anteriores ya no te funcionan.
Encuentre un gimnasio, un parque o un sendero para caminar cerca de tu nuevo hogar.
Inscríbete en una clase de ejercicios que se adapte a tu nuevo horario de trabajo.
Si se estás recuperando de una lesión o enfermedad, comienza a hacer ejercicio nuevamente a tu nuevo ritmo o nivel de condición física. Construye lentamente tu resistencia y fuerza.
Aunque sabemos que puede llegar a ser difícil, la respuesta a tu pregunta siempre será: Sí, empieza ya a hacer ejercicio.
Algunos pequeños cambios en tu rutina pueden traer grandes beneficios. Intentalo desde hoy y haz cosas que te motiven a seguir. Una vez sea un hábito, lo difícil será dejarlo.